Klaus

 

        El daño que somos capaces de producir exhibe en los humanos

nuestra esencia más oscura.

***

 

Después de varios meses. Comencé mi viaje convencido de lo que hacía. Las casi cinco horas y quinientos km que me separaban de él estaba seguro de que hacerlas merecían la pena. Y así fue

Cuando me topé con ella, un alma alma buena, me trasmitió que fue una aventura separarlo de la calle donde deambulaba buscando comida y cobijo.

Y le pusieron de nombre Klaus. 

Me impresionó cuando lo vi y donde. Me recordó cuando un hombre infame me encerró apartándome del mundo. Perdí todo, menos mi dignidad. Klaus estaba allí, bien cuidado pero ajeno a todo, y desconfiando de todos. Su mirada era temerosa, pero noble.

Solo lo observé durante unos minutos fuera de su chenil. No me dio tiempo a conocerlo cuando ya estaba camino de vuelta.

_ “No estarás nunca más encerrado decidí: te vienes conmigo. Y de nuevo comencé a querer.

***

El recorrido en el tiempo no fue dulce. Atribulado de recuerdos que serán perennes en mi corazón, por la ausencia de mi Willy. Durante demasiado tiempo, las lágrimas fueron mi atrincherada compañía. 

"Espera que llegue su momento" escuchaba día tras día. Aunque mi impaciencia no me animaba a seguir; pero le hice caso a lo que me dictaba mi subconsciente. Y mi alterada paciencia lo consiguió. Llegó el día esperado entre nervios y sencilla alegría.

 

***

Y día tras día, lo miro a distancia, sentado sobre una manta en mi jardín. Su mirada sigue siendo temerosa, pero de esperanza. Está conociendo la alegría de ser querido. “Qué pensará, me pregunto”.

El es un perro rescatado de las calles de una ciudad cualquiera. España esta plagada de personas que se llaman nobles, pero con un corazón negro, de sonrisa beatifica y podridos en su interior

Y acaricio a Klaus, y se siente agradecido. Y le susurró al oído: no volverás a sufrir más. Estás conmigo. Y su mirada se vuelve interrogante. Lame mis ajadas mejillas y mi canosa barba con su lengua áspera. Y se vuelve a tumbar agradecido.

***

Después de un mes en compañía de un perro temeroso de todo, asustadizo ante cualquier ruido. Y que se encoge ante la presencia humana, mi vida con Klaus es cada día una experiencia nueva. Es un reto devolver a un ser vivo la esperanza en los humanos, Pero en los humanos nobles y de corazon blanco, como lo fueron sus rescatistas y cuidadores.

 

Vuelvo a estar contento conmigo mismo. Mi Willy me mira y se que me dice desde alli arriba: sigue. “Él es un alma gemela a mí. Debes quererlo tanto como me quisiste a mí.  Y veras que serás tan feliz con él, cómo tu y yo lo fuimos”.

***

Y aquí estamos a altas horas de la madrugada tumbados en el jardín que emana calma y produce sosiego, mirando estrellas, intentando averiguar cuantos perricos nos vigilan desde el oscuro firmamento. Acariciando a Klaus.

El con una pata me señala algo…y yo vuelvo a mirar al cielo.

Mis padres seguían la tradición de los reyes magos. En mi casa no estaba escrito el nombre de santa Klaus. Ahora, mi perro Klaus formará parte de mi vida durante años. Hasta que la muerte nos separe como pasó con mi siempre añorado Willy.


V

Viviré para quererte

 

Y mirando al cielo comenzamos a soñar

                                                                     

 

                                                                                                           Manu & Klaus

Comentarios

  1. Manu, no se si me recuerdas de Madrud de alguna mani de Pacma. Una inmensa felicidad me da que tengas un nuevo compañero tan precioso, por ti y por el, se que los dos os proporcionareis momentos maravillosos. Un abrazo

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    1. Claro que te recuerdo. Una mujer como tu nunca se olvida. Llore mucho por mi Willy. Klaus me ha calmado mi perdida al estar a mi lado. Gracias. Gracias

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